Diferencias entre Osteopatía y Biodinámica Craneosacral
La Biodinámica Craneosacral tiene sus raíces en la tradición de la Medicina Osteopática.
Es un enfoque holístico e integrativo que toca muchos niveles de nuestra experiencia y al mismo tiempo tiene bases sólidas en la anatomía y fisiología del cuerpo. De aquí deriva gran parte de su poder terapéutico.
Desde hace casi veinte años la utilizo a diario en mi consulta de naturopatía, siendo la base y el recurso primario de mi trabajo cómo terapeuta.
¿Cómo actúa la TBCS?
La biodinámica craneosacral es una terapia manual desarrollada a partir de la osteopatía craneal de W. G. Sutherland, y más adelante por John Upledger y Franklyn Sills. Se basa en el concepto que en el interior del cráneo existe un movimiento rítmico cíclico de suaves pulsaciones producidas por la fluctuación del líquido céfalo raquídeo en su recorrido desde la cabeza al hueso sacro y al revés, pasando por los huesos del cráneo y circulando por cerebro, meninges, médula y nervios espinales y así expandiéndose por todo el cuerpo.
A este movimiento rítmico, se le acompañan otros todavía más lentos, suaves y profundos, muy fluidos y por eso llamados mareas, que en su conjunto forman el Mecanismo de Respiración Primaria así dicho porque, de manera semejante a la pulmonar, alterna fases de expansión, parecidas a una inhalación, a otras complementares de exhalación o contracción / estrechamiento, que surgen de nuestro sistema nervioso central expandiéndose e involucrando todos los tejidos, órganos, huesos, sangre, fluidos, nervios y células de nuestro cuerpo. Se trata sin embargo de un fenómeno anaeróbico y de hecho anterior al pulmonar, ya que comienza durante el desarrollo embrionario, de aquí el nombre de Primaria.
Por decirlo de una manera sencilla, este mecanismo constituye la base del ambiente interno del organismo, mientras que el sistema respiratorio secundario, es decir el pulmonar, funciona como anillo de conjunción entre nuestro sistema y el ambiente externo al cuerpo.
En el interior del cuerpo todo se relaciona a través de un sistema de fascias, que están interconectadas entre si, así que todos estos movimientos, aún los más fluidos, suaves y profundos, transmiten mucha información sobre el funcionamiento del organismo y su nivel de vitalidad y salud, además de ser palpables a través del sistema conectivo.
El terapeuta craneosacral con sus manos es capaz de “escuchar” e interpretar estos ritmos de expansión y contracción de todo el organismo a través de la continuidad de la fascia. De esta manera detecta zonas de inercia o falta de movilidad en ciertas áreas que pueden ser indicador de alguna disfunción o malfuncionamiento y mediante una delicada palpación ayudar el organismo a liberarse de sus resistencias y bloqueos .
Diferencia entre osteopatía craneal y biodinámica craneosacral. Mi formación.
Es conveniente aclarar que existen dos ramas bien diferenciadas en el concepto craneal: la osteopatía craneal y la terapia biodinámica craneosacral. Aunque las dos son perfectamente validas, el concepto es muy distinto.
Con osteopatía craneal, es el terapeuta quien moviliza y corrige, mientras que el método biodinámico, las fuerzas intrínsecas del cuerpo son las que actúan como un sistema de autorregulación. La calidad del contacto manual es fundamental para el trabajo craneosacral biodinámico, la palpación es siempre muy suave y no directiva, nunca hay manipulaciones estructurales o reajustes de tipo mecánico. El terapeuta acompaña el cuerpo en su propio proceso, facilitando su natural capacidad de autorregulación.
No todos los osteópatas están formados en terapia cráneosacral biodinámica. Pese a que la formación de un osteópata incluye la osteopatía craneal, existen diferencias entre ambas. La osteopatía craneal se trabaja bajo un concepto más mecánico, movilizando suturas a fin de ser corregidas. La terapia cráneosacral biodinámica utiliza las fuerzas intrínsecas del cuerpo, para acompañarlo allá donde él mismo ya está intentando llegar, respectando su propio ritmo y prioridades. Hay unas palabras del filósofo y psicoterapeuta Eugene Gendlin que se aplican bastante bien a este enfoque terapéutico: “El proceso de la vida se organiza a sí mismo, tiene su propia dirección, por eso el cambio es autopropulsado. No requiere ser conducido desde afuera, ya que es intrínsecamente energético y dinámico. El cambio, como proceso, requiere facilitación y no dirección.”
Por lo tanto, la formación en terapia craneosacral biodinámica se puede considerar como una formación de posgrado, aunque no necesariamente es exclusiva de los osteópatas, ya que muy poco tiene a que ver con la osteopatía clásica. En mi caso, me diplomé en Inglaterra, en el Craniosacral Educational Trust de Londres bajo la dirección de Michel Kern, osteópata y terapeuta cranesacral de los pioneros en la corriente biodinámica de esta terapia y he tenido la suerte de poder seguir profundizando experiencia y conocimientos con muy buenos docentes: Franklyn Sills, Michael Shea y Jim Feil, entre otros.
Sobre la capacidad de escucha táctil en la biodinámica craneosacral.
Los micro-movimientos del organismo, sus ritmos sutiles, pulsaciones y así llamadas mareas son fenómenos palpables por una sensibilidad táctil entrenada. A veces, intentando describir como se hace mi trabajo a quien me mira incrédulo sin entenderlo muy bien ya que observando desde fuera muy poco suele pasar durante una sesión de terapia, aunque sin embargo se va notando mejor, hablo de conversaciones táctiles. Por lo general todo lo que no se utiliza se acaba atrofiando … y al revés, así que si estamos entrenando mucho un sentido este poco a poco se va refinando más y más. Esto pasa muy a menudo en el reino animal sin que le prestemos demasiada atención, sin embargo entre humanos nos parece más asombroso porque casi siempre nuestra sensibilidad suele ser bastante rudimentaria. Aunque es cierto que cada persona tiene sus inclinaciones y cierta predisposición natural es de ayuda, todo o casi se puede aprender con la práctica y un sincero interés.